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Ideas y Propuestas sobre la Portación de Armas de Fuego en México

Por Omar Alejandro De León Palomo

Portar un arma de fuego exige mucha responsabilidad. Pero ante la inseguridad que se vive en México y ante la falta de estrategias contundentes ante el combate y prevención del delito, aunado a la complicidad y corrupción de los funcionarios públicos, la idea de que un ciudadano común y corriente porte un arma fuera de su domicilio para defender su vida o la de su familia, así como sus bienes personales, no resulta tan fuera de lugar, más aún cuando la persona que lo piense ha sido víctima de algún delito.

Sin embargo, en una suposición de que se abrieran los canales legales y que se permitiera de una forma más libre la portación, habría que matizar la permisión, controlar a quién se le dé estas facultades. Porque para portar un arma una persona debería de tener la capacidad física y psicológica para utilizar el arma cuando lo requiera. Me vienen a la mente las siguientes ideas sobre esto:

1. El arma debería ser adquirida directamente en la Secretaría de la Defensa Nacional (SEDENA).

2. La SEDENA debería de tener un departamento especializado para otorgar los permisos y registrar el arma.

3. La SEDENA debería de realizar exámenes físicos y psicológicos enfocados en la capacidad para responder una agresión y cuándo usar el arma. Incluso Se deberían de hacer exámenes similares a los de control y confianza que se aplican a servidores públicos relacionados con la procuración de justicia.

4. La persona solicitante deberá cursar y aprobar un entrenamiento teórico y práctico sobre el uso de armas, con diferentes materias que comprendan diversas ramas del saber, como psicología, medicina forense y balística, entre otras.

5. Las armas y sus efectos deberían de registrarse en la base de datos del Sistema IBIS, la cual es una base de datos digitalizada que almacena las imágenes de las huellas balísticas de proyectiles disparados y casquillos percutidos experimentalmente, y que permite la identificación del arma de fuego.

6. Los permisos deberán de ser renovables. Para verificar periódicamente los aspectos de la persona y el arma.

7. Se deberá obtener un permiso especial cuando el arma salga de un Estado de la República a otro.

8. Debería de hacerse una campaña nacional de información a la ciudadanía sobre este derecho. Lo cual también informará a los delincuentes sobre la posibilidad de que su víctima pueda estar armada.

9. A la persona que solicite o se le otorgue este permiso deberá ser informado sobre las penalidades y las agravantes por usar su arma de fuego permitida fuera de las garantías otorgadas.

Otra idea que se me viene a la mente es la portación del arma en vehículos registrados, considerándolos para este caso como una extensión del domicilio, donde si se permite la posesión. Si es que no se pudiera la portación libre del arma de fuego.

Bajo este contexto, es notable que se ha disertado sobre un tema polémico. Dónde podríamos también opinar que los homicidios o lesiones aumentarían, al igual que delitos patrimoniales. Pero quizás sea una opción que pudiera explorarse y aplicarse como en otros países del mundo, pero como lo comento, bajo un estricto control del permiso.


Sobre el Autor: Licenciado en Criminología con Maestría en Criminología y Ciencias Forenses.


Derechos Reservados © EDITORIAL CRIMINOCIENCIA.

Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización del Editor.


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