Tatuajes y Discriminación

Por Omar Alejandro De León Palomo

Advertencia: El siguiente artículo de opinión aborda el tema desde un enfoque criminológico y basado en estudios científicos. De igual manera, es necesario puntualizar que se basa en la realidad mexicana, considerando que la conducta humana tiende a ser sociocultural.

Últimamente en las redes sociales se ha visto una campaña dirigida hacia la sociedad, donde se menciona que las personas tatuadas no deberían de ser discriminadas socialmente, especialmente desde el ámbito laboral, ya que muchos empleadores excluyen a quienes se han grabado la piel.

Discriminación-por-tatuajes

El problema que surge con estas campañas en contra de esta discriminación es que no deberían de ser tan deterministas con la defensa de esta conducta. Pues existen razones para que haya una estigmatización hacia el tatuaje; desde siempre, el tatuaje ha estado ligado con las pandillas y prisiones, y éstas directamente con el delito, y el delito, aunque sea una persona culpable o no, con la maldad, con la peligrosidad. Asimismo, está ligado con adicciones de sustancias ilegales.

Con base en esta memoria histórica surgen varias interrogantes esenciales que la sociedad llega a plantearse: ¿Por qué sabiendo que hay una criminalización deciden tatuarse?, ¿acaso no les importa romper las normas de trato social o morales?, si es así ¿Debo contratar a una persona que da desconfianza a otras personas? y ¿Contratarla si alguna vez no le importó lo que dijera o pensara la sociedad? Este pensar lo comparten la mayoría de los empleadores, y a pesar de los avances en la protección de los derechos humanos y la no discriminación de esta conducta algunos si aceptan personas con tatuajes, pero con la condición de que estos no sean visibles.

Tatuaje-y-delito

Es necesario mirar este fenómeno desde la objetividad, y no basarnos en generalizaciones, porque no todos los tatuajes son iguales, difiere mucho la personalidad de quien que se hace un tatuaje estético para cubrir una imperfección en la piel o en alguna parte de su cuerpo que de aquella que se realiza uno simbólico, como los que usan las pandillas de centro américa cuando cometen un homicidio.

Pero también hay otras motivaciones y causas para hacerlo, la pérdida de un ser querido, un logro en la vida memorable, una adherencia a un grupo de amistades o una causa social o patriótica.

En relación con el tatuaje y la antisocialidad, un estudio realizado por Wesley y otros en 2014, reveló que los resultados sugirieron que el tatuaje es considerado como un síntoma de un conjunto de factores de riesgo y rasgos de personalidad que están relacionados con la comisión de conductas antisociales. Cabe mencionar que la conducta humana es de etiología multifactorial y el tatuaje o tendencia al tatuaje es un factor criminógeno, pero esto por sí solo no implica que la persona esté predispuesta a cometer una conducta antisocial.

Los que están en campaña y apoyan la inclusión de las personas con tatuajes al ámbito laboral son regularmente personas con tatuajes, esto no quiere decir que esté mal, ya que conocen en carne propia la problemática, pero se deben asumir estas campañas con responsabilidad, ya que en criminología se relaciona el tatuaje con personas que han cometido conductas antisociales, pero esto basado en el tipo de tatuaje, su origen, sus características, su motivación y causa.

Estudios-CriminológicosLa realidad sobre la disposición o alta probabilidad de que una persona con tatuajes cometa en un futuro una conducta antisocial sólo la determinan los estudios criminológicos, y esto es lo que se debe hacer énfasis en estas campañas y no promover que ninguna persona tatuada deba ser discriminada social y laboralmente por tener esta característica.

Quiero puntualizar que en cualquier trabajo se discrimina, incluso en los trabajos de gobierno, sólo recuerda que regularmente te piden carta de no antecedentes penales, que no seas adicto a alguna droga o que tengas cartilla militar liberada si eres hombre. En cuestiones laborales son requisitos que piden para que su empresa funcione mejor, de tal manera, la culpa no es de las empresas, es de la cultura e idiosincrasia que existe y que es allí donde se debe de empezar, educando a la sociedad sobre los tipos y motivaciones para tatuarse y promoviendo que la selección de personal atienda el rubro de la peligrosidad, para que poco a poco se vaya disipando esta ideología, como se ha hecho con otras conductas.

Referencias

Jennings,W.; Fox, B. y Farrington, D. (2014). Inked into Crime? An Examination of the Causal Relationship between Tattoos and Life-Course Offending among Males from the Cambridge Study in Delinquent Development. Journal of Criminal Justice. 42 (1): 78-74.


Omar Alejandro De León Palomo Criminólogo Criminológicamente

Omar Alejandro De León Palomo

El Autor es Escritor y Conferencista, Licenciado en Criminología con Maestría en Criminología y Ciencias Forenses, autor del Libro “Definición Moderna de la Criminología de México” y Director de Criminociencia (www.criminociencia.com).

Contacto: E-mail: proteger.o.servir@hotmail.com  Facebook: Omar Alejandro De León PalomoPágina Web: omardeleon.criminociencia.com


 

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