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La Naturaleza Violenta del Ser Humano

Por Omar Alejandro De León Palomo

Una de las grandes preguntas que nos hemos hecho los seres humanos a lo largo de la historia se basa en el origen de la violencia, hecho que fue el motor principal para crear una nueva ciencia que estudiara a las personas que cometían reiteradamente conductas antisociales, porque sin lugar a dudas toda conducta antisocial es también una expresión de violencia.

EZEQUÍAS MARCO CÉSAR LOMBROSO (1835-1909) es considerado el padre de la Criminología, la cual integra los conocimientos de las diferentes disciplinas enfocadas en la antisocialidad para explicar el fenómeno. La teoría de este científico se fundamentó en una etiología procedente de la misma naturaleza del ser humano, la cual tenía mucho que ver con la forma de comportarse. Aunque esta ha sido refutada por la suposición de un determinismo biológico ligado a aspectos anatómicos, su concepción de que la violencia procede de un hecho natural sigue vigente.

Somos violentos debido a nuestra naturaleza primitiva, por el hecho de ser seres humanos. Cualquier persona ha expresado violencia para lograr determinada objetivo, somos violentos por que la violencia no siempre es negativa, por tal motivo, no ha sido extirpada de nuestros    procesos    y    expresiones conductuales a través de nuestro desarrollo evolutivo.

Para comprender este simple hecho, debemos recordar que también somos animales, denominados entre las especies como homo sapiens, pertenecientes a la familia de los homínidos, la cual incluye cuatro géneros y siete especies, entre las cuales nos encontramos nosotros, los seres   humanos.   Por tanto,   también nos regimos bajo los instintos biológicos, aquellos instintos que naturalmente nos incitan a sobrevivir y preservarnos, al precio que sea.

Los instintos se pueden reprimir o disminuir de intensidad mediante la medicina, ingeniería social o psicológica de moldeamiento conductual, pero no es posible extinguirlos; esto fundamenta la falta del libre albedrío en determinadas conductas antisociales, hecho que ha sido reconocido en las legislaciones de muchos países desde que se empezó a estudiar al culpable de la conducta de manera científica;  prueba de ello es la existencia de algunas conductas que tienen atenuantes o extinción de la pena,  como en el caso de los homicidios en defensa propia o el “robo de famélico”, llamado así históricamente, en el que no hay sanción  cuando se realiza por primera vez el apoderamiento de alimentos o algún otro bien para cubrir ciertas necesidades básicas. Con esto doy por entendido que el Estado reconoce la naturaleza violenta del ser humano, aquella que es una parte de nosotros que no podemos apartar de nuestro comportamiento y que  nos acompaña hasta la muerte.

Hay una frase que ha trascendido de Honoré de Balzac, que me enseñó mi maestro JOSÉ ARIEL RETANA CANTÚ en la Universidad, que dice: “Los Gobiernos pasan, las sociedades mueren, la policía es eterna”. Pero, ¿por qué es eterna?, lejos de teorías sobre el control social y el uso   del  poder  para  mantenerlo, considero que es eterna porque el ser humano seguirá infringiendo las leyes y normas, tendrá que herir, matar o robar para sobrevivir y preservarse cuando no le quede otra opción.

Esto no quiere decir que la batalla por prevenir las conductas antisociales esté perdida, al contrario, el conocimiento de este básico, pero tan importante hechos, ha proporcionado a los Criminólogos las herramientas necesarias para explicar la antisocialidad y proponer diferentes medios de prevención de las conductas antisociales y humanización en los medios de control social de las mismas.

En cuanto a la prevención, nos ha servido conocer que como seres humanos respondemos a diferentes estímulos biopsicosociales de manera negativa, por lo tanto es posible prevenir estas conductas siempre y cuando estos estímulos sean suprimidos o disminuidos.

Vivimos en una sociedad donde, aunque no lo queramos aceptar o creer, no somos libres, existen grupos de poder que regulan nuestros derechos y nos imponen deberes, estos grupos tienen la obligación de controlar a sus gobernados mediante la satisfacción de sus necesidades, cuando no lo pueden o quieren hacer, provocan el surgimiento y proliferación de la violencia, originada primitivamente por una fuerza natural que no ha sido reprimida.

Si bien es cierto, la sociedad, necesita seres sociales y “normales”, que para JOSÉ INGENIEROS son los “hombres mediocres”, pero los encargados de mantener, controlar y equilibrar sociedad, deben cumplir con sus deberes, ya que esta sociedad, que es un invento tan útil, está diseñada para seres no preparados fisiológicamente para respetarla, que serán motivados por sus instintos a expresar la violencia en conductas antisociales a la menor falla y provocación del sistema.


Omar Alejandro De León Palomo Criminólogo Criminológicamente

Omar Alejandro De León Palomo

El Autor es Escritor y Conferencista, Licenciado en Criminología con Maestría en Criminología y Ciencias Forenses, autor del Libro “Definición Moderna de la Criminología de México” y Director de Criminociencia (www.criminociencia.com).

Contacto: E-mail: proteger.o.servir@hotmail.com  Facebook: Omar Alejandro De León PalomoPágina Web: omardeleon.criminociencia.com


Derechos Reservados © EDITORIAL CRIMINOCIENCIA.

Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos e imágenes de la publicación sin previa autorización del Editor.


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