Recomendaciones para las primeras investigaciones de Cibercriminología en Latinoamérica
Por Julio César García Luna
Naturalmente, marcar las primeras pautas de investigación en un tema que ha tenido un desarrollo ínfimo en la investigación por parte de la mayoría de las Ciencias Sociales en Latinoamérica resulta muy complejo de establecer; sin embargo, se pueden emitir algunas sugerencias básicas para ir creando los primeros estudios que sean el inicio de un desarrollo necesario, en primera instancia, para la prevención de un mal que no ha sido considerado con la importancia debida por instituciones de la sociedad y por autoridades de gobierno, y en segunda instancia, para abrir un nuevo nicho de oportunidad laboral y de desarrollo científico para la Criminología. Sin más, se irán mencionando en orden cronológico:
-La elección del tema es crucial, sin embargo, el tener una ambición desmedida para la primera investigación puede llevar a cometer errores diversos como: perderse ante la generalidad, iniciar el análisis de un hecho para terminar estudiando otro diferente, no aportar información relevante para convertirla únicamente en una recopilación y hasta problemas más graves como acceder a sitios cuyo desconocimiento a navegantes neófitos puede costarle un daño económico al hardware o software del equipo que utilizan e inclusive poner en riesgo la integridad del investigador si llega a interactuar con cibercriminales con la capacidad y tecnología suficiente para determinar la ubicación de determinados usuarios de internet. Por ello, se recomienda iniciar en temas cuyas afectaciones son generales, comunes y de fácil estudio como las cadenas de internet que buscan reunir bases de datos de usuarios a través de noticias falsas, anuncios de premios económicos o notificaciones fraudulentas personalizadas para el dueño de una cuenta determinada que recibe en sus mensajes, fenómeno que si bien inicio principalmente en correo electrónico se ha multiplicado cientos de veces debido al auge de redes sociales digitales. Otros temas recomendados para iniciar son la suplantación o falsificación de identidad, la clonación de tarjetas de crédito, ya sea a través de la propia web, de locales comerciales o de los mismos cajeros automáticos, así como el ciberbullying el cual es un tópico que ha cobrado relevancia en México y llevar el caso al espacio digital resulta apropiado.
-Una vez elegido el tema lo conveniente es reducir espacialmente el fenómeno hasta donde sea posible, lo que resultará el principal reto para los investigadores hasta que exista una regulación legal, y por lo tanto estadísticas judiciales que ayuden a determinar con cifras oficiales la gravedad de un delito, hasta que ese momento llegue podemos recurrir a medios de comunicación que han reportado noticias de cibercrímenes específicos e ir determinando la ubicación de éstos, a partir de ahí podremos tener nuestros primeros mapeos.
-El siguiente paso después de haber recolectado la información mencionada será enfocarnos en determinar la localización del o los cibercriminal(es) basados en pautas elementales como el idioma, las expresiones utilizadas, si existen traducciones, la viralización de los textos que utilizan a partir del uso de buscadores y regionalismos.
Entre más cercanía geográfica haya con el contexto donde se cometen los actos estaremos realizando contribuciones significativas a la Cibercriminología Latinoamericana.
-¿Qué podemos hacer con toda la información? Además de ir creando las primeras bases de estudios en el área lo necesario para ir aumentando el alcance de nuestras investigaciones a temas mucho más sensibles podemos ir haciendo trabajos comparativos donde encontremos similitudes entre el comportamiento que hemos archivado con el de nuevos cibercriminales, si estos coinciden de manera tan frecuente que se pueda predecir a la mayoría de ellos en su modus operandi estaremos dando los primeros pasos en la constitución de ciberperfiles criminológicos.
-Finalmente tengamos en cuenta el fin primario de la Criminología en todas sus líneas de investigación: la prevención y es a través de este proceso como podemos delinear las pautas que sigan a posteriores recomendaciones enfocadas a personas menores de 18 años como a mayores de edad ya que ambos sectores son vulnerables de ser víctimas en circunstancias muy distintas, por ello, cuando se realicen programas preventivos la edad es uno de los elementos prioritarios a la consideración de los mismos, entre los que también debemos tener en cuenta son los conocimientos informáticos del sector objetivo, la cantidad de idiomas que hablan, el promedio de uso de internet y el proceso de aprendizaje por el cual comenzaron a usarlo.
Todas las sugerencias que hemos hecho en el presente texto se hicieron con el fin de dar mayor orientación en nuestra línea de estudio, bien está en recordar que existen lineamientos generales para realizar investigaciones en Ciencias Sociales que no pueden dejarse de lado; sin embargo, el ciberespacio tiene tantas particularidades y al mismo tiempo peligros no contemplados por otras áreas científicas que hemos resuelto darlas a conocer para obtener mejores resultados esperando le saquen la mayor utilidad posible e incluso la complementen con sus experiencias en puntos que no tomamos en cuenta.
Julio César García Luna/ CRIMIMEX / Benemérita Universidad Autónoma de Puebla
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