Gasolina y Gente Barata
Por Omar Alejandro De León Palomo
El robo de hidrocarburos, las ordeñas de gasoductos en México, es un tema delicado que genera pérdidas millonarias año con año, los Cárteles de la Droga y de la Ilegalidad han visto la posibilidad de obtener ganancias sustanciosas de esta conducta y la han monopolizado en la frontera del país, ya que ellos son quienes autorizan y la llevan a cabo.
El modus operandi para hacer el robo, el cual ya ha sido descrito por otros Criminólogos, como por el Maestro Israel Estrada Camacho, se resume en complicidad y en métodos planificados con apoyo de tecnología.
Después, este mismo producto se vende en las calles y se utiliza para los automóviles de determinado grupo delictivo. Pero el objetivo primordial es el primero, para obtener recurso económico como complemento en la actividad delictiva.
He sido testigo de caravanas de “taxis piratas”, peseras, autos particulares, y de gobierno haciendo fila para que uno de los “despachadores”, que ofrecen la gasolina en puntos estratégicos de las colonias, llene el tanque por un precio menor que el que se gastaría en un lugar legal.
Los vendedores son gente en camiones y camionetas de no reciente modelo, de mal aspecto, algunas camuflajeadas con logos de empresas locales y nacionales, sucias, descuidadas, así como quienes venden la gasolina robada.
Esta gente, cuyo aspecto físico evidencia carencia económica y cultural, tienen varios roles, uno de ellos se encarga de atraer a los clientes potenciales con un pedazo de manguera amarillento hacia el lugar donde se encuentra la gasolina, agitando fuertemente sus manos, pero no necesita negociar ni hablar de más, las filas inmediatamente se hacen largas de automovilistas esperando comprar lo robado.
Otro de ellos despacha, tienen en galones el producto e inmediatamente que se acerca el cliente le introduce un extremo de la manguera, sopla fuertemente y ágilmente introduce el otro extremo en el orificio que lleva la gasolina al tanque del auto, y es así como se carga de gasolina.
El de la cangurera cobra, es quien trae un radio y manda a los demás y es quien toma las decisiones, en el radio suenan voces metálicas informando sobre la presencia o no de autoridades. Terminan cuando el producto es vendido en su totalidad, cosa que no tarda mucho.
Algunas veces han sido detenidos por militares, otras veces han tenido accidentes e incendiado el producto, pues trabajan con normas ridículas de seguridad, a tal extremo que muchas veces he visto que fuman, lo que seguro es marihuana, cerca de las yogas. Pero no se preocupan pues están encomendados a la santa muerte, vaya cosa.
Pero tomando un término mercadotécnico que habla de la oferta y la demanda, se puede mencionar que así como otras conductas, como por ejemplo la venta de marihuana, no se daría en estas proporciones si no hubiera quien la buscara para obtenerla, es decir el consumidor.
En relación a los compradores cabe decir que estas personas compran un producto que ha sido robado, y le dan ganancias a un grupo delincuencial.
Las excusas más frecuentes son “todos lo hacen”, “ellos son los que se la roban”, “en la gasolinera está muy cara”, “el gobierno nos roba más”. Todas estas son formas de eludir la culpa de ser partes de una problemática que por mínima que parezca ocasiona más consecuencias y conlleva a una vida de infracciones a las normas sociales de convivencia.
Olvidémonos de que es ilegal. Enfoquémonos en lo que los vendedores y compradores enseñan a sus hijos y a las nuevas generaciones que aunque no quieran ven esta conducta que se desarrolla sin pudor en las calles de la Frontera Tamaulipeca, un mensaje de que nos podemos servir de la antisocialidad y así contribuir a la corrupción e impunidad.
Se me pasaba, muchos dicen que se avería la bomba de gasolina por usar este producto, como un dato extra se los dejo a aquellos que consumen esta gasolina robada, a ver si de esa manera los persuado de comprar la gasolina, porque parece que por las consecuencias negativas sociales y daño a otros no se puede.
Opina sobre esto por favor.
Omar Alejandro De León Palomo
El Autor es Escritor y Conferencista, Licenciado en Criminología con Maestría en Criminología y Ciencias Forenses, autor del Libro “Definición Moderna de la Criminología de México” y Director de Criminociencia (www.criminociencia.com).
Contacto: E-mail: proteger.o.servir@hotmail.com Facebook: Omar Alejandro De León PalomoPágina Web: omardeleon.criminociencia.com
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