La Crisis del Desarrollo de la Criminología Científica

Por Yaira Ivonne León Netzahual y Cristian Díaz Sandoval

Introducción a la ciencia

Las capacidades intelectuales del Homo sapiens sapiens han producido una serie de cambios en el planeta Tierra nunca antes generados a tal magnitud por otra especie. Estos cambios se vieron más marcados a partir de la revolución cognitiva, que tuvo lugar hace aproximadamente 70 mil años (Noah Harari, 2014), y más recientemente, a partir de la ilustración y el dominio del desarrollo científico, hace aproximadamente 200 años.

Una de las herramientas desarrolladas por el Homo sapiens sapiens es la ciencia. Esta ha provocado una magnitud de cambios al nivel en que ninguna otra época puede compararse con la presente, ya que, gracias a esta y el desarrollo tecnológico, hemos podido extendernos y crecer a lo largo y ancho del mundo, hasta convertirnos no solo en una de las especies más exitosas, sino también en una de las más peligrosas (Bonfil, 2017).

«La ciencia es una empresa cooperativa, que se extiende de generación en generación. Es el paso de la antorcha del maestro, al estudiante, al maestro… Una comunidad de mentes que se remonta a la antigüedad y hacia adelante, a las estrellas».

Neil deGrasse Tyson

La ciencia, definida por Ruy Pérez Tamayo (1991), es: “…A quella actividad humana creativa cuyo objetivo es la comprensión de la naturaleza cuyo producto es el conocimiento científico, obtenido por medio de un método científico organizado en forma deductiva y que aspira a alcanzar el mayor consenso entre los expertos.”

Ruy Pérez Tamayo (1991) indica que la ciencia no debe tomarse como una mera colección de hechos y teorías, como lo señala el Diccionario de la Real Academia Española, sino como un proceso activo llevado a cabo por el ser homo sapiens sapiens, ya que es la única especie capaz de llevarlo a cabo. Es creativo porque no se limita a recoger información, sino que incluye formulación de hipótesis sobre la posible configuración de la naturaleza. La meta que persigue la ciencia es la generación de conocimiento científico que explique los fenómenos que constituyen la realidad, dicho conocimiento se obtiene a través del método científico, donde se siguen ciertas reglas generales que son distintas para diferentes ciencias, pero tienen en común estar organizadas de forma deductiva. Finalmente, al ser la ciencia un fenómeno social, basa su fortaleza en el consenso sobre su contenido entre los sujetos técnicamente capacitados para opinar con autoridad sobre él.

Criminología científica

La criminología suele considerarse como una ciencia social, cuyo objeto de estudio son, las conductas antisociales, es decir, todo aquello que puede causar daño, ya sea al mismo ser humano y a su hábitat, y con ello, el control social y a las víctimas. 

Aun así, podemos encontrar 4 áreas importantes dentro de la criminología general:

  1. Criminología científica: Áea encargada de la investigación científica y generación continua de conocimientos científicos, así como de la sistematización general de la ciencia para robustecerse.
  2. Criminología académica: Área dedicada a la enseñanza de los conocimientos científicos obtenidos por la investigación;
  3. Criminología aplicada: Cumple la función de llevar a cabo las actividades que se realizan en el área que, en este caso, podría considerarse a la prevención de la antisocialidad como una de las más importantes, a través de estrategias criminológicas basadas en evidencia (criminología científica).
  4. Criminología analítica: Dedicada a la observación de las anteriores áreas, para conocer si realmente funciona y se hace bien el trabajo criminológico. Podría considerarse que es la parte que autocrítica de la criminología, al mismo tiempo que es la menos querida, ya que expone los vicios del área.

De estas cuatro áreas de la criminología, la más importante es la primera, debido a que es la que cumple la función de alimentar a la segunda y la tercera con conocimientos científicos obtenidos de la sistematización e investigación científica.

En ciencia, lo que permite el desarrollo de una disciplina científica, es la constante investigación, con lo cual se generan leyes (en el caso de las ciencias exactas y físicas), teorías o modelos (como es en las ciencias biológicas y sociales). En el caso de la criminología, la constante investigación genera y actualiza constantemente teorías y modelos que tratan de explicar la realidad, y partiendo de lo conocido se generan nuevas hipótesis sobre problemas o fenómenos de antisocialidad (aquí podría ponerse de ejemplo a las criminologías específicas, siendo propuestas hipotéticas de problemas criminológicos a estudiar) para generar, como resultado, estrategias para la prevención u control de dichos fenómenos, es decir, genera aplicaciones.

El conocimiento generado es tomado por la criminología académica, para ser enseñado en las instituciones dedicadas a la formación profesional, desde licenciatura hasta doctorado, así como en otros eventos de divulgación. La parte analítica ayuda a mejorar los procesos criminológicos, para poder fomentar el desarrollo crítico de la ciencia.

La criminología científica en México

La criminología científica es casi un fantasma en México. No se lleva a cabo por parte de la mayoría de las Universidades y centros de investigación. (Por otro lado, se cuenta con buenos ejemplos, como es la Universidad Autónoma de Tamaulipas, la Maestría en Criminología y Ciencias Forenses, inscrita como posgrado Nacional de Calidad del Conacyt exige una investigación científica para poder titularse).

Los pocos trabajos que se han realizado permanecen en la sombra, esperando a ser descubiertos en el futuro, y otros carecen de total rigurosidad, siendo realizados siguiendo la moda del momento. Algunos más, tienen de fundamento conocimientos pseudocientíficos, abriendo la posibilidad a causar más daño en vez de prevenirlo.

Wael Hikal (2011) señala algunos de las problemáticas que existen en México en torno a la parte científica de la criminología, como son:

  • Existe una muy baja producción académica y científica;
  • Los conocimientos que constituyen a la criminología, generalmente, pertenecen a otras áreas;
  • Hay una marcada dependencia de los textos clásicos, siendo manejados, en la mayoría de las veces, como la única verdad en criminología, aun cuando solo son textos introductorios.

Además de lo anterior, es necesario señalar que:

  • Las pocas aportaciones que se han realizado dentro de la criminología, tienen un marcado componente jurídico;
  • En las universidades no existe una enseñanza totalmente científica, es decir, los conocimientos aportados suelen ser desde el enfoque jurídico y no científico;
  • La criminología es enseñada por profesionales que no son criminólogos, o son ajenos al área. De igual manera, rara vez se preocupan por el desarrollo integral del estudiante, sin preocuparse en la formación de un pensamiento crítico;
  • El constante lucro con temas de alto impacto y eventos donde se promete desarrollar a la criminología, aun sabiéndose que la forma de hacer crecer una disciplina científica es mediante la investigación continua.
  • Existe poco interés por parte de los estudiantes de criminología el querer conocer más sobre ciencia, agregando que, en la mayoría de las veces, lo que atrae es el morbo y no el trabajo serio.

Las causas a este grave problema pueden deberse principalmente a que, como menciona Tamayo (1989) a que en México la ciencia no forma parte de la cultura, derivándose así la pobre inversión en ciencia y tecnología y los malos salarios de los científicos mexicanos (en México, es raro encontrar científicos en criminología). Esto podría deberse también a lo descubierto por la encuesta aplicada por el Conacyt —realizada en el año 2015— sobre la Percepción Pública de la Ciencia y la Tecnología (ENPECYT), aproximadamente el 71.39 % de la población confía más en la fe y pseudociencias que en la misma ciencia. Es de interés el realizar un estudio donde se investigue cuál es la percepción de los que integran a la criminología en relación a la ciencia

Conclusión

La criminología científica tiene una importancia absoluta para el desarrollo de esta ciencia. Invertir esfuerzos serios en esto jamás será tiempo perdido.

La generación o sistematización de conocimientos científicos no solo provocará el avance interno, sino que esos mismos conocimientos podrán ser aplicados en la resolución de una gran diversidad de problemas sociales de carácter antisocial, sinembargo, se generan trabajos y la figura del profesional en esta ciencia adquiere mayor importancia social y cultural, y el objetivo de la prevención se verá funcional.

Es necesario tener en cuenta que, para que se genere investigación seria, será necesario actualizar los programas académicos de las universidades para que la enseñanza sea más científica, y no tan cerrada únicamente a un enfoque, como es el jurídico. Son grandes las barreras que se tienen que superar, y al hacerlo, la criminología será tomada en serio.

Referencias

  • Hikal, W. (2011). El qué hacer de la Criminología Científica. Ampliando el horizonte. Letras Jurídicas. Recuperado a partir de http://www.derechoycambiosocial.com/revista026/criminologia_cientifica.pdf
  • La Ciencia por Gusto: Ciencia, desarrollo y libertad humana. (s/f). Recuperado el 13 de julio de 2017, a partir de https://lacienciaporgusto.blogspot.mx/2017/07/ciencia-desarrollo-y-libertad-humana.html
  • Noah Harari, Y. (2014). De animales a dioses: Breve historia de la humanidad (Primera edición). México: Debate.
  • Tamayo, R. P. (1989). La importancia social del científico. Recuperado el 13 de julio de 2017, a partir de http://www.nexos.com.mx/?p=5582
  • Tamayo, R. P. (1991). Ciencia y desarrollo. Recuperado el 11 de julio de 2017, a partir de https://www.academia.edu/13599496/CIENCIA_Y_DESARROLLO_RUY_P%C3%89REZ_TAMAYO

Sobre los autores:

Cristian Díaz Sandoval – Licenciado en Criminología y Criminalística – Escritor e Investigador en Ciencias Forenses

Yaira Ivonne León Netzahual – Licenciada en Criminología y Criminalística

 

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